La tercera ola del café: el término que define a los cafeteros del siglo XXI


Entre los profesionales del café hay un término que ya forma parte de su vocabulario habitual y que los consumidores cada vez escuchamos más: la tercera ola del café. Si te consideras un experto cafetero del siglo XXI, será mejor que te familiarices con este concepto y entiendas por qué es importante para disfrutar de un auténtico café de calidad.

¿Cuáles fueron las primeras olas?

Si hablamos de la tercera ola de café parece obvio que antes tuvo que haber otras dos, aunque sean menos conocidas. Efectivamente, en la historia del café del siglo XX se pueden distinguir dos momentos clave para comprender cómo hemos llegado hoy a la búsqueda de la excelencia en nuestra taza, y todo comenzó después de la Segunda Guerra Mundial.

La primera ola del café hace referencia a finales de la década de 1950, cuando Estados Unidos se empezaba a recuperar económicamente y se encaminaba a la sociedad de consumo. Sobre todo a partir de 1960 el café volvió a los hogares estadounidenses de la mano de nuevos tostadores y productores, que se centraron en el volumen de negocio y no tanto en la calidad. Así se expandió el café americano, sobre todo ya molido, aguado y también instantáneo.

Un poco más tarde, entre los años 70 y 80, el país vivió otro momento crucial en la industria cafetera. El café dejó de ser una mera bebida humilde y básica del día a día para convertirse en algo más. Empezaron a abrir cafeterías que se preocupaban por ofrecer cafés de mayor calidad, preparados con otras técnicas y recetas, inspirándose en los cafés europeos. Esta segunda ola se dio sobre todo en las ciudades más desarrolladas y entre la población más joven.

El café en el siglo XXI: llega la tercera ola

Con el cambio de siglo se empezó a notar que algo estaba cambiando en el panorama cafetero mundial. Los años 2000 trajeron una nueva generación de emprendedores y entusiastas del café que quisieron llevar su pasión a otro nivel, elevándolo a la categoría gourmet. Empezaba a apreciarse de verdad la calidad de un auténtico buen café.

Inspirados un poco por el mundo sibarita del vino, que cuida al máximo cada detalle, los profesionales del café se dieron cuenta de que había que entender todo el proceso como una experiencia completa. Todas las fases y todos los implicados juegan su papel, desde el productor de los granos hasta el barista que tiene que dominar la técnica de su cafetera.

¿Qué define a la tercera ola del café?

Es difícil dar con una definición única y exacta de lo que es la tercera ola del café, ya que cada especialista puede dar matices distintos. Lo que está claro es que es un sentir generalizado, la idea de que el café es un producto de calidad pero también delicado, en el que no se puede dejar nada al azar. Hay un interés por conocer, investigar y explorar para dominar su elaboración.
Los baristas buscan el mejor grano para explotar todo su potencial, interesa el pequeño productor y las granjas donde se cultiva. Se cuida el tipo de tueste, el molido, el agua y la técnica de infusión, apostando por cafeteras de última generación que sacan lo mejor de cada taza.

También se aplican estos términos a otros ingredientes que rodean al café, desde la leche y sus alternativas vegetales hasta el tipo de taza, el azúcar o los dulces con los que se acompaña. Se prefiere apostar por ingredientes locales, productos artesanos y ecológicos.

El papel del consumidor: cómo ha cambiado nuestra experiencia cafetera

Quizá lo que más distingue a esta tercera ola es el papel que juega el consumidor en todo el proceso. Ahora el servicio al cliente es fundamental, tanto para los tostadores que venden en grano o molido como para los baristas de cafeterías de especialidad: quieren transmitir su pasión al público, comunicar los valores que defienden en un buen café.


Por eso ahora también nosotros, como consumidores, tenemos mayores conocimientos sobre todo el proceso del café antes de llegar a la taza. Nos interesamos por el origen de los granos, nos preocupa que sea sostenible, aprendemos a catar y a diferenciar diferentes variedades, rechazamos el torrefacto y nos preocupamos por tener la mejor cafetera en casa.

En definitiva, el café de tercera ola es, ante todo, pasión. Una experiencia completa que pone a todos los implicados al servicio del disfrute máximo en todos los sentidos. Y lo mejor de todo es que podemos vivir esa experiencia en cualquier parte, también en casa, preparando el café como más nos gusta.

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